Esta semana he empezado un ciclo de sesiones con una madre de Marruecos. Una nueva aventura, una oportunidad para ambas de mejorar.
Sin saberlo esta mujer me ha hecho un regalo: el orgullo de poder decir que ya he acompañado en sus recorridos a mujeres de los cinco continentes. Es algo en lo que hasta hoy no había reflexionado. En realidad, por muchos kilómetros de distancia que haya habido entre ellas, sus historias han resonado de manera muy similar. Desde Australia, Brasil, Holanda, Japón, Canadá o España las esperanzas de las madres, sus preocupaciones y sus aspiraciones son básicamente las mismas. Rania de Jordania dijo una vez que si hay algo común a todas las culturas son las lágrimas de las madres. No importa de donde vengamos, nos une el sentimiento del amor inmenso y eso hace que nos entendamos.
Acompañar diariamente a estas mujeres en sus sesiones es mi mayor suerte. Un honor que me da la oportunidad de poner en práctica uno de los valores que más me han inculcado en mi familia: “seguir aprendiendo, siempre”. Sus historias resuenan en mi, me identifico con ellas y por eso, cuando ellas avanzan yo lo hago también. A su lado.
Estas son algunas de las enseñanzas que me han regalado estas madres:
-Lo estás haciendo muy bien: Todas las madres que asisten a mis cursos de pensamiento creativo reciben una libreta con esta frase escrita en la portada. Porque si hay un sentimiento generalizado en todas ellas es, tristemente, el de que “no llego a todo”, “no sé por donde empezar”, “no me dan las horas”…
Antes bastaba con alimentar, vestir y cuidar a los hijos con amor. Ahora eso ya no parece ser suficiente. Las cenas tienen que ser bio, locales e “instagrameables”. Tenemos que saber hacer manualidades increíbles sin que se rompa nuestro súper esmalte de uñas, llegar a tiempo a la puerta del cole subidas a unos tacones imposibles… Estamos atrapadas en unos cánones inalcanzables e idealistas que nos hunden en la frustración y en una sensación generalizada de “no dar la talla”.
No permitas que la sociedad o que la falsedad del mundo virtual te llenen de culpa. Que no dicten cómo ha de ser tu hijo o qué le tiene que gustar. Crecer hijos es ya de por sí un trabajo durísimo. No lo compliquemos más. Si tu hijo se levanta feliz por la mañana, lo estás haciendo muy bien.
-No corras: “mi hijo aún no camina”, “todavía no lee como sus compañeros”, “su inglés aún no es bueno”…Crecer a los hijos se ha convertido en una carrera. ¿Qué prisa tenemos? Los años van a volar, lo queramos o no. Dejemos que cada niño camine a su ritmo, sólo así descubrirán su propia música.
-Eso, también, pasará: las abuelas conocen bien este consejo. Porque hace falta pasar por muchas fases (y a veces por varios hijos) para entender que en la maternidad todo es una cuestión de ciclos y que el secreto es abrazar cada uno de ellos manteniendo una visión a largo plazo. Cuando estamos dentro de un ciclo, (el de los cólicos, el de las rabietas, el de la adolescencia…) nos parece eterno y no sabemos ver más allá. Pero pasa, al final siempre pasa. Y nos regala paciencia y sabiduría para poder continuar. Respira hondo y abraza la etapa en la que estés en este momento. Verás que tiene tanto que enseñarte.
-La respuesta que buscas está en tu interior: otra de mis retahílas durante los talleres es “estas no son técnicas para siempre ni para todos”. Puedes leer mil manuales o consultar decenas de expertos, pero nadie conoce a tu hijo como tú. Ante la duda, en vez de abrir el ensayo de moda, escucha tu voz interior. Tu mejor aliado es tu instinto, pregunta a él lo que has de hacer.
-Los niños felices son hijos de madres felices : a veces el mejor regalo que puedes hacer a tus niños es regalarte tiempo para ti. Busca momentos tuyos cada día, sigue cultivando tus intereses y tus amistades. Afrontarás el tiempo con ellos con más riqueza y serenidad.
-Ayúdales a mejorar, pero no cambies su esencia: estamos tan ocupados creciendo niños perfectos que nos olvidamos de que ya lo son. Cada uno a su manera, pero lo son. Nuestra misión no es la de domarlos, si no más bien la de abrazar su lado salvaje y aprender a correr a su lado.
Gracias a todas las madres que cada día caminan conmigo haciendo luz en mi camino.
Fotos Miki Ávila
Hola Nuria,
Solo quiero darte las gracias por acompañarme en esta nueva aventura, por ayudarme con mis miedos y por hacer que descubra lo que realmente soy. Un abrazo
Para mi es realmente un honor, Sara. Un abrazo enorme y gracias!
Me encanta Nuria!!!
Gracias Penélope!
Nuria tengo que agradecerte tus palabras, cada una de ellas, las que me has dicho por teléfono cuando aún no nos conocíamos, las que nos hemos dicho por skype, las que nos hemos dicho con mi pareja comentando las sesiones, las que compartí con mi madre en nuestra charla y las que compartes ahora con todas las madres. No sé aún si lo estoy haciendo bien, pero sé que lo estoy intentando, y también sé que voy por buen camino y sé con total seguridad de que contigo a mi lado lo voy a conseguir.
Gracias no solo por tu tiempo, sino también por tu generosidad, tu calma, tu sabiduría, tus pausas (que tengo que conseguir aprender!!), en fin, por lo que siento que recibo en cada sesión.
A quien se lo esté planteando, no dudéis. Let’s go!
Un abrazo
Mirin
Muchísimas gracias a ti, Mirin, por tu confianza y tus palabras. Claro que lo estás haciendo muy, muy bien. Es fantástico aprender contigo. Un abrazo!
Que bonito Nuria! me ha encantado tu post. Todas las madres estamos unidas por ese sentimiento inmenso de amor a nuestros hijos vivamos en el país que vivamos. Tengo que escribirte.
Un beso
Gracias Laura, te espero!
Que bonito post y que bonitas fotos!!!
Me ha encantado…!!! Yo que vivo entre dos culturas, es cierto que las madres somos madres en todas las culturas por igual. Respecto a las prisas, tienes tannnnta razón, lo que pasa es que a veces “las prisas” no las imponemos nosotros, nos las imponen. La entrada al cole para mí ha sido un constante tiene que y aún no…. Y por más que intentas explicar q no todos los niños amuebla sus cabecitas a la misma velocidad, no siempre lo entienden. Pero como bien dices, al final todo pasa…
Una gozada leerte, como siempre…
Besos
Muchas gracias, Lourdes! Ojalá todo fuera más despacio
Precioso Nuria. Eres todo serenidad, lo que dices y cómo lo haces…de esas personas que merece la pena conocer. Gracias por compartir con todas post asi.
Mil gracias Rocío por tus palabras!
En primer lugar darle las gracias a mi amiga Sofía que después de un par de wasap me recomendó tu entrada vía instagram ( esto es de locos;) . Me conoce bien, sabe que esta red me gusta mucho y así no se me iba a escapar. Ha sido una lectura perfecta. Simplemente te quiero dar las GRACIAS en mayúsculas por compartir. Te conocimos en puntomom y me dejaste impresionada. Gracias otra vez Nuria, gracias
Muchisimas gracias a ti, Alicia!
Hola Núria, acabo de descubrirte y me encanta tu entrada, tu punto de vista y, sobretodo, de agradecimiento.
Yo, madre de un niño de 9, he creado un universo particular para compartir juntos la maternidad y la infancia . Es nuestro rincón especial y dúal a través del que descubrimos quienes somos, qué sentimos y qué mundo queremos. Se trata de un Blog donde quién habla es un niño y quien dibuja también. Estás invitada a visitarnos y entrar en nuestro particular paraiso especial. Aceptamos sugerencias para mejorar
Lo que escribes, precioso y encima acompañado de esas fotos más aún, me gustaría conocerte en perdona Nuria y poder aprender un poco de ti
Besotes
Comparto todas y cada una. Q prisa tenemos? Gracias por comparti tanto y tan bueno! Un besazo
Qué bonito Nuria!!!!
Gracias!!!!!!!!!!!
Nos encanta!
http://bujaren.com
Precioso Nuria.
cuánta sabiduría guardamos las madres y por falta de confianza en nos otras mismas no sacamos, y cuánto saber hacer tienen nuestros hijos y por sobreproteccion no les dejamos desarrollarlo. Un gusto leerte y compartir tus enseñanzas
Gracias Eva!!